Uno de los objetivos actuales de Ford Motor Company es el descubrimiento de combustibles alternativos para sus autos. Por eso, encabeza un proyecto de investigación -con un presupuesto de 3,5 millones de euros y cofinanciando por el gobierno alemán- para reemplazar los combustibles convencionales por otros más amigables con el medio ambiente.
Dicho proyecto tendrá una duración de tres años e incluirá las pruebas de los primeros autos, basados en el Ford Mondeo, que utilizarán éter dimetílico (DME) y éter de oximetileno (OME1) como combustibles en lugar del gasoil.
El éter dimetílico (DME) generalmente es usado como propulsor -no tóxico- en el gas de sprays aerosoles, mientras que el éter de oximetileno (OME1) es un líquido utilizado como disolvente en la industria química.
Estos éteres prometen ofrecer más eficiencia de combustible junto con emisiones de partículas casi inexistentes. En el caso del DME, que es proveniente de fuentes de energía renovables, el cálculo estima unas emisiones de CO2 de apenas 3 gramos/km.
Con este combustible, que debe ser almacenado en depósitos ligeramente presurizados, se prevé la conversión de motores diésel con un rendimiento comparable.
Los éteres pueden ser adquiridos por medio de gas natural fósil o biogás, así como por medio del proceso “energía a líquido”, el cual se lleva a cabo mediante la energía solar o la eólica, entre otras fuentes renovables, en compañía del CO2 tomado del aire.
La tecnología también está siendo investigada -a través de un proyecto paralelo- en cooperación con la Universidad Aachen RWTH, y con el objetivo de evaluar la viabilidad de métodos para generar DME.
“El CO2 producido por un vehículo impulsado por éter dimetílico extraído de fuentes renovables podría compararse con el generado por un corredor de maratón al cubrir esta distancia, pero con el rendimiento equivalente al de un vehículo con motor diésel, dijo Werner Willems, especialista técnico de sistemas de combustión de motor de Ford Europa, quien agregó: “Este es un proyecto que podría ayudar a lanzar al mercado autos con emisiones de dióxido de carbono y partículas muy reducidas a precios accesibles”.
“El crecimiento de la población mundial está haciendo crecer la demanda energética, particularmente de combustibles fósiles. Los combustibles renovables como los éteres metílicos jugarán un papel fundamental en el futuro”, comentó Andreas Schamel, director de ingeniería avanzada y motor global de Ford. “El éter dimetílico es seguro, más limpio que el combustible diésel convencional y, lo que es más importante, es versátil. La energía solar, eólica y de otras fuentes renovables puede almacenarse en el propio combustible, y esto permite que el éter dimetílico y el éter de oximetileno puedan emplearse en una amplia variedad de aplicaciones”, finalizó.