La filial méxicana del Ford arrancó con la producción del nuevo Fiesta (con look más “europeo”), el mismo que llegará a Brasil y la Argentina en lo que queda del año para convivir con el Fiesta brasileño en la oferta del segmento B del óvalo.
El inicio de producción del Fiesta se traduce también en la reinauguración de las instalaciones de la planta de Cuautitlán. Evento que contó con la presencia del presidente de México, Felipe Calderón; el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; el vicepresidente de MK y del Continente Americano de Ford Motor Co., Jim Farley; el presidente y director de Ford México, Eduardo Serrano Berry, entre otros.
La renovación de la planta es parte de los u$s3.000 millones anunciados en 2008, que además de Cuautitlán, se invirtieron en una nueva línea de motores Diesel en Chihuahua, así como la co-inversión con Getrag en Guanajuato, para la producción de una nueva transmisión que estrena precisamente el nuevo Fiesta que se produce en Cuautitlán para todo el continente.
El plan de Ford en el Mercosur es repetir lo que hizo con el Focus, en el sentido de tener dos modelos de "distintas generaciones" compitiendo en dos subsegmentos distintos: el Fiesta brasileño recientemente rediseñado apunta al segmento inicial del Corsa y el Gol Power mientras que el Fiesta mexicano apuntará al segmento B Premium donde están el Chevrolet Agile, el VW Fox, el Fiat Punto y Citroën C3.
A este Fiesta se le llama usualmente “europeo” porque compartirá la plataforma y la carrocería con el que se vende en el Viejo Continente (se produce en Alemania), aunque hay que destacar que tienen ciertas diferencias estéticas en la trompa: el mexicano tiene la parrilla más grande y la toma de aire más pequeña, en tanto que los antiniebla son cuadrangulares y no en forma de círculo.
Si bien en Europa sólo se comercializan versiones de 3 y 5 puertas, es decir nada más que carrocerías hatchback, de la línea de montaje de la planta de Ford en Cuautitlán saldrán versiones de cuatro y cinco puertas. La variante sedán será la primera en llegar a la Argentina.
Si el diseño exterior te parece moderno y evolucionado, el del interior no te va a defraudar. Apuntalan su estilo la plancha bitono y los comandos de diseño novedoso.
Tiene arranque por botón y puede tener hasta siete airbags, incluido el de rodilla, además de control de tracción y estabilidad, climatizador automático, radio con entrada USB y el sistema SYNC para interactuar con el teléfono celular. Hay que ver con cuánto de este listado primermundista llega a la Argentina. 
Este compacto se comercializará en carrocerías sedán de 4 puertas y hatchback de 5 puertas. Su motor es un nuevo cuatro cilindros 1.6 litros Ti-VCT con variación continua de apertura de las válvulas tanto de admisión como de escape para optimizar el rendimiento del motor; desarrolla 120 hp y la marca afirma que puede rendir hasta 17 km por litro.
La transmisión puede ser manual de 5 velocidades, o una nueva transmisión automatizada "Powershift", de doble embrague, con 6 velocidades, que optimiza la respuesta y rendimiento del motor. Esta última transmisión es el resultado de la co-inversión con Getrag en Guanajuato.
El nuevo Fiesta tiene un contenido de 70% de proveedores mexicanos.
En el mercado azteca se ofrecerán, inicialmente: el sedán en versión "S" (semiequipada) y SE (equipada) con opción en ambas de la transmisión automatizada, además de la versión sport SES del hatchback, que incluye 7 airbags, llantas de 16 pulgadas y un equipamiento completo con aspecto deportivo.
Sus precios irán desde aproximadamente u$s14.000 hasta los u$s19.000 en México.
Estas versiones del nuevo Fiesta, se continuará la importación del Fiesta brasileño ahora denominado "Fiesta Ikon", que tiene un ligero rediseño estético, y cubrirá el rango de autos pequeños de bajo precio para Ford en México.