Primera Mirada Autos

EN BRASIL MANEJAMOS LA FASE II DEL MONOVOLUMEN

FIAT IDEA, UN CAMBIO ACERTADO Y NECESARIO


Al día siguiente de la presentación del nuevo Idea en Guarujá, Brasil, fue el momento de tomar el primer contacto con el nuevo modelo de la firma italiana que puso a disposición de la prensa unas 20 unidades de las versiones Essence 1.6, Sporting 1.8 y Adventure 1.8 –oferta para el mercado brasileño (la Attractive 1.4 no fue de la partida). Naturalmente elegimos la Essence ya que es la única que trae el motor E.torQ 1.6 de 115 CV que va a llegar a nuestro país.

La prueba contemplaba un recorrido de no más de 10 km de ida y otro tanto de vuelta, que podía realizarse en menos de una hora, pero, para intranquilidad de la organización, le devolvimos el auto luego de tres horas, y de una pequeña producción fotográfica que compartimos con otros colegas que tenían las versiones restantes.

Lo primero es lo primero. El nuevo Idea entra por los ojos. La trompa tipo Bravo hace que el monovolumen chico de Fiat esté también dentro del target de los que no quieren resignar la deportividad, y para eso Fiat le ofrece, además, la versión Sporting con llantas de 16 pulgadas (contra 15 del Essence). Donde no convence tanto es en la cola. Si bien los faros con LEDs es una innovación bienvenida que le da un aspecto más moderno, el portón trasero quedó vacío (la chapa patente bajó al paragolpes), pero hay que reconocer que es un tema de gustos. Sea como sea, no es un acierto inobjetable como el del sector delantero, aunque tampoco es fácil sorprender positivamente en el diseño del sector trasero de un vehículo.

El motor E.torQ 1.6 16v. que equipa sólo las versiones Essence en Brasil estará también en las Adeventure y Sporting que lleguen a la Argentina. Tiene una potencia de 115 CV a 5.500 rpm y un torque máximo de 16,2 kgm a 4.500 rpm. Lástima que no venga el 1.8 (también 16v.) pero con 130 CV y un torque de 18,4 kgm a iguales rpm. Pero retomando el 1.6 y yendo a los hechos, tiene 5 CV más que el Idea 1.8 de 8v. que equipa el actual Idea Adventure y que antiguamente también montaba la discontinuada versión HLX.

No es un motor enérgico, su entrega es progresiva y a bajas vueltas no sorprende por su empuje. Es que este 1.6 E.Torq tiene 5 CV más que el actual 1.8 de 8v, pero su torque es 1,5 kgm menor (en parte debido a la menor cilindrada) y el registro máximo lo tiene a mayores vueltas: 4.500 rpm contra los 2.600 del 1.8 8v. Esto hace que de abajo se lo sienta falto de reacción, pese a que Fiat afirma que a 1.500 rpm ya se puede disponer del 80% de su torque máximo y a 2.500 rpm, el 93%. De todas formas es importante recordar que sólo lo pudimos manejar durante un par de horas por lo que habrá que esperar a un préstamo más largo para poder emir una sentencia final. No es un motor rabioso, sino un moderno y refinado Euro IV, de muy buenos modales: bajo consumo y respetuoso con el medio ambiente.

Por tratarse de un rediseño, no hubo modificaciones en el chasis por lo que mantiene las características de comportamiento dinámico, frenado, confort de marcha, tacto de suspensiones, frenos y caja de cambios del Idea que por unos meses más se va a vender en nuestro país.

Este modelo siempre se caracterizó por su correcto desempeño en ruta, con desplazamientos de carrocería recatados y una dirección precisa, sin resignar confort a la hora de pasar pozos e imperfecciones. Es decir, una conducta predecible y un compromiso equilibrado, mucho más teniendo en cuenta su perfil tirando a familiar. Nada de todo esto cambió, y encima la versión Sporting, que esperamos tener en nuestras manos pronto, promete una vuelta de tuerca más gracias a una reestructuración de sus suspensiones que acompañen su aspecto deportivo.

Lo que mejoró notablemente es la posición de manejo. Las butacas fueron reemplazadas por unas nuevas, las mismas que tiene el Punto, un modelo realmente destacado en este aspecto. Uno se siente más apoltronado, y mejor sujetado al momento de doblar. El tacto es más durito y los tapizados lucen de mejor calidad y son más estéticos.

Si nos ponemos exigentes, se podía reclamar un replanteo en el interior más profundo, ya que las butacas, el volante más moderno y ergonómico y la serigrafía del tablero pueden tener en algunos casos gusto a poco.

La plancha no tiene cambios, más allá del color con el que esmaltó la consola central, que no nos termina de convencer por diseño y calidad percibida ya que notamos algunas rebabas y encastres desprolijos.

Por ahora no podemos decir más nada, pero lo importante ya quedó plasmado en estas líneas y nada podrá modificarlo: el nuevo Idea causa una sensación bien positiva, más que nada por rediseño profundo y a la vez acertado, y que sin dudas estará acompañado por las cifras de consumo primero y de prestaciones después cuando tengamos oportunidad detenerlo unos cuantos días.

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