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FIAT ADMITE NECESITAR SOCIO Y PREVE FUSIONES EN LA INDUSTRIA

La casa italiana Fiat sostuvo –a través de su máximo piloto- que es demasiada pequeña para sobrevivir en solitario, lo que puso de relieve las perspectivas de fusiones en una industria golpeada por la crisis mientras supuestamente Suecia planeaba un paquete de rescate para Volvo y Saab y los EE.UU; analiza la misma dirección para Chrysler, GM y Ford.

El consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, señaló durante el fin de semana que tras la crisis sólo quedarían seis grandes compañías. En este sentido, Marchionne declaró que una de ellas estaría en los EE.UU; donde los negociadores tratan de cerrar un paquete de rescate de emergencia para los "tres grandes" fabricantes, después de que los datos mostraran que las ventas de vehículos en el mayor mercado del mundo se hundieron a su nivel más bajo desde 1982.

En una entrevista publicada el lunes en la web Automotive News, el consejero delegado de Fiat dijo que prevé una consolidación de la industria el próximo año, y que el grupo italiano tiene que participar para continuar con vida.

"Necesitas una maquinaria más grande para ayudarme. Necesitas una maquinaria compartida", dijo en la publicación de la industria.

"Necesitas al menos 5,5 o 6 millones de coches (anuales) para tener una opción de hacer dinero (…) Fiat no está ni a mitad de camino. Y no estamos solos en esto".

Mientras las automotrices de todo el mundo reducen la producción por la escasez de crédito y la cada vez más profunda incertidumbre de los consumidores – que merman las ventas – los sindicatos LLC dijeron que considerarían una alianza con un rival si contribuía a salvar puestos de trabajo. Mientras, una revista alemana publicó que la Tata Motors estaba analizando colaborar con Daimler.

El fabricante japonés, Toyota, creó un comité de emergencia, presidido por el presidente Katsuaki Watanabe, cuyo objetivo es impulsar la rentabilidad en los próximos meses para evitar más recortes en las previsiones de ganancias.

El gigante japonés también está considerando recortar el gasto en el año que comienza en abril entre un 30 y 40%, informó el lunes el diario Nikkan Kogyo. El mes pasado, redujo sus beneficios de operación en u$s10.780 millones.

Se prevé que el Gobierno sueco ofrezca préstamos y garantías de préstamo por valor de varios miles de millones de coronas suecas a Volvo Cars y Saab, propiedad de Ford y General Motors, respectivamente, informó el diario Dagens Industri, citando una fuente no identificada.
Los fabricantes estadounidenses dijeron que querían vender las unidades suecas y han mantenido conversaciones con el Gobierno nórdico sobre el tipo de apoyo que podría ofrecer.

OBAMA NO DEJARA CAER
 A LOS TRES GRANDES

El presidente electo de EE.UU; Barack Obama, se mostró muy crítico con los errores de gestión cometidos por la industria automotriz, pero indicó que no se puede “dejarlos caer”, porque sostienen millones de empleos.
En entrevista para NBC, Obama dijo que Ford, General Motors (GM) y Chrysler, han cometido repetidos errores estratégicos. No han manejado la industria como debían. "Yo he sido en el pasado un duro crítico, porque no han sabido adaptarse a los nuevos mercados y construir coches más pequeños y eficientes”, señaló Obama. No obstante, reconoció, estas empresas son “la espina dorsal de la industria manufacturera de este país, es un empleador gigantesco; millones de personas dependen de ella, directa o indirectamente”. Por tanto, “no podemos dejar que se hunda”.
El presidente electo se quejó de que, pese al deterioro del sector y al despido de miles de personas en los últimos años, los ejecutivos de las compañías han seguido cobrando sueldos que estaban “fuera de lugar”. Según dijo, una de sus metas cuando acceda al gobierno será introducir una nueva “ética de los negocios” para evitar este tipo de situaciones.
Las afirmaciones de Obama se producen en un momento en que la industria atraviesa una grave crisis financiera y de ventas, lo que ha llevado a los tres grandes de Detroit a solicitar al Congreso ayudas por u$s34.000 millones.
Durante el fin de semana, la Casa Blanca y los líderes del Congreso se han embarcado en intensas negociaciones sobre cómo ejecutar la ayuda. El acuerdo de principios al que han llegado establece que se les pueda entregar unos u$s15.000 millones, siempre y cuando las empresas cumplan con sus planes de reestructuración prometidos.
El borrador del plan, informa The Washington Post, abarca la creación de un supervisor, un zar del motor que, desde el gobierno, supervise que las firmas están cumpliendo con los requisitos establecidos para recibir el dinero.
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