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INFORME CESVI, LA SEGURIDAD SEGUN EL SEXO

ELLAS SON MENOS PELIGROSAS

Sin pretender que este estudio se transforme en una “guerra” o regla aplicable a todos los conductores, ya que se han encontrado actitudes y estilos de manejo destacables y reprochables en ambos géneros, se puede afirmar en base a los resultados que las mujeres poseen una menor habilidad en la conducción de vehículos, pero sin duda asumen menor riesgos y no tienen una actitud desafiante ante las normas de tránsito, lo que entraña un notable beneficio para la seguridad vial y para bajar la tasa de accidentes de tránsito graves. 

Los datos estadísticos referidos a la participación en accidentes violentos parecen dar una lectura distinta a lo que habitualmente los conductores se han encargado de victimar. 

En base a la información accidentes graves investigados por CESVI Argentina en todo el país, se pudo observar que las mujeres tienen una menor participación en accidentes de transito graves: apenas es del 3,2 por ciento. En autopistas este porcentaje es más alto, con alrededor del 15% de participación (según datos de AUSOL).

Si estos datos se cruzan con la cantidad de mujeres que cuentan con licencia (en Capital es del orden del 34%, pero si se toma todo el país el porcentaje ronda el 25%), la realidad parece decir que la mujer es menos arriesgada que el hombre y por lo tanto su participación en accidentes es mucho menor.

Haciendo una relación entre la participación de mujeres y hombres en los accidentes graves en ruta (3,2% y 96,8% respectivamente) y la cantidad de hombres y mujeres que efectivamente conducen, las damas sólo participan de un 28,4% en este tipo de siniestros frente al 71,6 de participación de los caballeros.

LA AGRESIVIDAD SEGUN EL GENERO. Para poder identificar los valores que caracterizan a cada sexo CESVI realizó la siguiente experiencia. Un equipo de investigaciones concretó 40 viajes por la Autopista del Sol con diferentes consignas a fin de dilucidar ciertos comportamientos del hombre y de la mujer al volante.

Una de las consignas fue circular por el carril rápido de la autopista a una velocidad constante de 110 km/h (la máxima es de 130) y ver cuál era la actitud de los automovilistas y comparar diferentes síntomas de su agresividad: pegarse al paragolpes trasero, hacer guiño de luces de manera desesperada o sobrepasar por el carril que encuentre libre sin importar lo legalmente permitido. Por otro lado, también se tuvo en cuenta si el conductor insultaba o gesticulaba en el momento de realizar el sobrepaso.

Para este estudio se consideró como conductor paciente a aquel que esperó 10 segundos o más a una distancia prudencial del vehículo sin hacer guiños de luces e impaciente si el conductor realizaba el sobrepaso antes de los 10 segundos. Y si rompía cualquiera de las normas seguras de conducción fue considerado como agresivo.

El resultado fue que el 47% de hombres resultó ser impaciente, contra el 37% de las mujeres. Respecto a la agresividad, el 12% de los hombres insultó, gesticuló o amedrentó al vehículo de prueba en el momento de sobrepaso, mientras que entre las mujeres la cifra apenas alcanzó al 6 por ciento. Sin duda, la agresividad al volante es causal de muchos de los accidentes analizados por CESVI, donde la agresión hacia el otro vehículo desencadena una verdadera tragedia.

USO DE LUCES BAJAS Y CINTURON. Sobre las cabinas de peaje de la Autopistas del Sol se evaluaron estos aspectos para ver si se encontraba algún tipo de conducta diferencial entre hombres y mujeres. Los resultados sorprenden: el 80,1% de las mujeres tenía puesto el cinturón de seguridad mientras que entre los hombres la cifra alcanzaba el 72,6 por ciento. Respecto del uso de las luces, un 42,8% de las mujeres respetaba la normativa frente al 28,4% de los hombres.

PERFIL 
El conductor hombre promedio es arriesgado, no respeta las normas, se maneja en base a la sensibilidad que le transmite el tránsito y es agresivo. No le gusta que otro maneje su vehículo, tiene una gran afinidad con la mecánica del automóvil y con las técnicas de conducción. Usa los elementos de seguridad por temor a ser controlado o sancionado pero no por un verdadero convencimiento a pesar de que manifiesta tener un mayor conocimiento en lo que se refiere a la seguridad vial y automotriz.

La mujer conductora es más respetuosa de las reglas y acepta las consignas sin desafiarlas o intentar trasgredirlas; suele ser paciente; no presenta una gran afinidad con los aspectos técnicos aunque le gustan cada vez más los vehículos. Trata de no abordar velocidades excesivas y delega la conducción, si es necesario. Es más receptiva a los consejos de seguridad vial. Tiene una menor habilidad en el manejo técnico del automóvil aunque trata de incorporar las nuevas técnicas conductivas sin cuestionar su efectividad. Tiene una mayor frecuencia en el uso del cinturón de seguridad y se arriesga menos porque, consciente o inconscientemente, sabe que es un elemento fundamental de protección.
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