Un año después de su debut en el Salón del Automóvil de Detroit, BMW hizo realidad el Concept ActiveE. El modelo de producción se llamará ActiveE y se fabricará una serie limitada de 1.000 unidades.
Sin embargo, no entrarán de lleno a los salones de venta de la firma bávara, ya que su propósito no es comercial, sino que servirá para que la marca siga perfeccionando su tecnología eléctrica. Las diferencias con el prototipo que le dio origen son mínimas, y será presentado en el Salón de Ginebra.
Al igual que el MINI E, presentado un año antes del Concept ActiveE, también el BMW ActiveE es un “Conversion Car”, como le llama BMW, es decir, un auto eléctrico que recurre a la carrocería de un auto que originalmente fue concebido para tener un motor a combustión. Sin embargo, la conversión no implica pérdidas de espacio o de confort. El BMW ActiveE ofrece el mismo espacio en el habitáculo que un BMW Serie 1 Coupé convencional. Solamente el baúl es algo más pequeño, pero de todas formas tiene un volumen de 200 litros aprovechables.
El ActiveE tiene un motor trasero de 125 kW (170 CV) que le permite hacer el 0 a 100 en 9 segundos (como un 118d). La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 145 km/h, y la autonomía declarada es de 160 km, gracias a tres paquetes de baterías (delante, detrás y en el túnel central). El tiempo de carga con un enchufe convencional es de de 4 a 5 horas usando una estación especial.
El par máximo de 250 Nm está disponible desde el mismo momento en que el auto se pone en movimiento, tal como sucede en los autos eléctricos. Además, se mantiene en un mismo nivel durante un margen de carga amplio, una ventaja que se logra por primera vez en este tipo de propulsores.
Según BMW, el carácter innovador del motor eléctrico se pone de manifiesto especialmente a través de la relación entre su potencia y el espacio que ocupa. El potente y compacto propulsor, incluyendo toda su electrónica funcional y la reductora con diferencial integrado, están integrados en el soporte modificado del eje posterior del BMW ActiveE. En total, pesa 100 kilogramos, todo un logro considerando su potencia de 125 kW.