Con motivo del festival Wörthersee que se llevará a cabo la semana próxima, Audi ha presentado el que será una de las atracciones de la singular muestra fierrera. Se trata del prototipo clubsport turbo, que se diferencia de la gama tradicional del modelo tanto por su estética como por su mecánica.
En el primero de los puntos se destaca por su carrocería con 14 centímetros extra de ancho, algo que se nota en el diseño de los paragolpes delantero y trasero. A eso se le suman las vistosas llantas de aleación, la salida de escape lateral y el generoso alerón trasero de plástico reforzado con fibra de carbono.
En el interior las novedades pasan por el estilo de competición brindado por la presencia de una jaula de seguridad, las butacas especiales -con cinturones de cuatro puntos- y el selector de caja con grilla para los cambios.
La mecánica es otra de sus atracciones, ya que posee una suspensión regulable, además de utilizar el motor naftero 2.5 TFSI con cinco cilindros, inyección directa y doble sobrealimentación: por un lado cuenta con un turbocompresor; por el otro, posee un compresor eléctrico que le permite ganar potencia a bajas revoluciones.
Se trata de una nueva tecnología cada vez más divulgada por Audi, y que en esta oportunidad le permitió generar una potencia de 600 caballos y un torque de 650 Nm entre las 3.000 y las 7.000 rpm.
Las cifras antes mencionadas se asocian con la transmisión manual de seis cambios y la tracción integral. El resultado es una aceleración de 0 a 100 km/h de 3,6 segundos y una velocidad final de 310 km/h.
Muchos fanáticos de la marca y del modelo esperarán una versión así pero de producción. ¿Será un sueño posible?
