Como es costumbre en algunos concesionarios cuando se acerca Navidad, los locales decoran sus negocios de acuerdo con el espíritu festivo. Pero mientras algunos se conforman con los obvios árboles y guirnaldas, en los Países Bajos tuvieron una idea por demás original. Una idea muy dulce.
El concesionario de Porsche Centrum Gelderland contrató a un chef repostero para que recubra con una espesa capa de chocolate un 911 Carrera S. El hombre a cargo utilizó 175 kilos de chocolate con leche para el cuerpo, junto con algunos kilos de chocolate blanco para los faros y tapicería.
El 911 Carrera S más dulce del mundo permanecerá en el concesionario hasta fin de año, y hasta entonces, cuando se vaya el frío de Países Bajos, la temperatura del local permanecerá por debajo de los 27° para evitar que la “pintura” de la carrocería se derrita.