Mercado Autos

EL GOBIERNO Y UNA SINGULAR LECTURA DEL PROBLEMA

COMO ALFONSIN, MORENO TAMBIEN QUIERE EL AUTO ECONOMICO

El primer contacto del Secretario de Comercio Interior con el sector automotor –muy recordado por cierto- fue para “sugerir” que las terminales se abstengan a aumentar el precio de las unidades cero kilómetro (o al menos justifiquen al detalle el por qué de ese incremento). Pero las nuevas sugerencias –en estos tiempos de crisis- no se hicieron esperar y el polémico Moreno reapareció nuevamente en escena.

La idea no es nueva, pero puede sonar tan “irrealizable” como fue entonces. En medio de este proceso crítico en donde las empresas están implementando medidas para minimizar el impacto (suspensiones, reducción de horas extras), además de “sugerir” que no haya despidos, Moreno le sumó un nuevo condimento.
Frente a la necesidad de buscar medidas urgentes para tratar de mantener el nivel productivo y de consumo para el año próximo, del mismísimo Moreno se escuchó preguntar:¿Por qué no hacen un auto barato, con la mayor cantidad de piezas nacionales?

La propuesta, consejo o idea no encontró mucho eco en la industria y no es la primera vez que una “sugerencia de estas características” se presenta en la mesa de las empresas. Basta recordar que en 1998 surgió el proyecto del automóvil económico de Eduardo Duhalde que contemplaba producir un vehículo libre de todo impuesto y fabricado entre varias firmas automotrices.

Con los antecedentes poco alentadores, es difícil que una sugerencia de estas características se concrete o incluso de el primer paso como en la época de Duhalde: cuando se destinó un monto que hasta ahora se desconoce ¿y el auto? Los primeros antecedentes se remontan a 1987, cuando el gobierno de Raúl Alfonsín encaró el proyecto de "primera compra", en un intento de prooveer de autos baratos al mercado local. El proyecto consistía en generar cerca de 30.000 autos anuales de bajo precio, y suponía contar con el compromiso de las terminales de rebajar sus ganancias; así como en la contraparte, el Estado reduciría escalonadamente los impuestos que gravaban a los autos. De más está decir que tal acuerdo nunca existió y el proyecto quedó en la nada.

En 1993, en medio de un gran auge de producción, la opción del coche barato a partir de un diseño muy próximo -el Spazio- apareció en el mercado. Así, de la mano de Franco Macri salió al mercado el Vivace.
La aceptación inicial del Vivace superó todas las expectativas: en su primer mes de ventas -y sólo por auto ahorro- se vendieron 17.000 suscripciones del Vivace. 

Para 1998, el proyecto del Gobierno bonaerense dio el puntapié inicial para construir un auto económico, competitivo y de bajo consumo. Al menos se había dado a conocer en ese momento el motor que iba a usar el “futuro” mini auto popular, diseñado por Heriberto Pronello con financiamiento de la provincia. Iba a estar fabricado por una cooperativa de autopartistas de Tandil, de dos cilindros en V, 800 centímetros cúbicos de cilindrada y 48 caballos de fuerza. El vehículo iba a tener capacidad para cuatro personas, consumiría un litro de nafta cada 20 kilómetros y pesaría menos de 500 kilogramos. Los diseñadores aseguraron podría llegar a una velocidad máxima de 145 kilómetros por hora. El proyecto en el cual habían comenzado a desembolsar u$s500 millones quedó en la nada.

Por último, en 2004, Franco Macri anunció su retorno a la industria automotriz. De la mano de los chinos Chery, el hombre fuerte de Socma concretó su propósito con el lanzamiento del SUV Tiggo.
En carpeta queda el proyecto original que iba a marcar su retorno: la producción de un auto chico como el QQ. Cuando anunció su propósito, el empresario explicó que el auto tendría un precio similar al de un Fiat Uno ($15.000 en ese entonces) y estaría equipado con un motor de entre 800 y 1000 cc.

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