Primera Mirada Autos

CITROËN LO PRESENTA EN BRASIL

CITROËN C3 AIRCROSS: SUBE EL STANDARD DE LOS CROSSOVER URBANOS


Aquí, en la tierra donde Vinicius de Moraes y Antonio Carlos Jobim, entre otros -que le dieron forma a la bossa nova, ese modo tan brasileño de expresar los sentimientos a través de un movimiento musical-, Citroën presenta en sociedad el C3 Aircross, un producto de neto caracter regional.

Con la presencia de las máximas autoridades a nível local e internacional, es decir, con Carlos Gomes, presidente del grupo PSA para América Latina; con Luis Basabilvaso, director de la marca para la Argentina, y Frédéric Banzet, director de Citroën para todo el mundo, el doble chevrón hace la presentación formal de este nuevo producto, que aunque está desarrollado sobre la plataforma del C3 del Mercosur (no confundir con el nuevo que ya se vende en Europa), tiene su origen en el Citroën C3 Picasso del Viejo Continente. Sobre ese concepto, los ingenieros argentinos, brasileños y franceses trabajaron para crear este producto absolutamente regional.

En Brasil va a llegar a los concesionarios a partir de septiembre con un precio de arranque algo superior a los 50.000 reales. En la Argentina, como recién se va a empezar a vender en la segunda quincena de noviembre, el precio aún no está definido, pero Diego Pizzichini, director de MKT para nuestro mercado, aseguró que va a estar muy bien posicionado, como para competir muy agresivamente con el EcoSport de Ford y el Sandero Stepway de Renault, los dos modelos referentes del segmento.

En TiempoMotor venimos siguiendo paso a paso el desarrollo de este nuevo modelo de la marca, por lo que vamos a ir directamente a lo que fue la primera sensación que pudimos obtener en la prueba de manejo que hicimos en un recorrido urbano de 60 kilómetros por calles y avenidas de Río de Janeiro.

Estamos frente a un vehículo que, creemos, es de lo mejor que hemos visto estéticamente en este segmento del mercado, el de los compactos con estilo crossover. Evidentemente se nota cuando un modelo está concebido desde su inicio para un fin determinado. La sensación de robustez que debe transmitir este tipo de vehículos queda de manifiesto desde la primera mirada, com un frontal muy ancho, donde se destaca la parrilla con la nueva insignia de la marca (el primer modelo que la incorpora).

El estilo cuadrado de la carroceria en todo momento nos da la sensación de estar frente a un auto que está muy bien plantado. Se lo nota fuerte. Particularmente, el diseño nos gustó muchísimo y ratificó todo lo que habíamos visto en las fotos.

En nuestro país habrá tres versiones de equipamiento y luego se agregarán los packs de opcionales que la marca ya ofrece en otros productos. Para esta prueba, nosotros elegimos la versión 1.6 SX, la de nivel de equipamiento intermedio, que suponemos que será la de mayor venta.

El interior es digno de lo que se propuso Citroën: entregar un SUV compacto de nivel Premium. Puertas adentro es de lo mejor que se puede encontrar en este segmento. No sólo en términos de equipamiento, sino también en calidad percibida de los materiales, diseño e instrumentación. La versión tope de gama tiene tres relojes centrales para los inclinómetros (lateral y longitudinal) y la brújula. Y también sobresale de la plancha la pantalla color de 7 pulgadas para el navegador satelital que se ofrece en la versión Exclusive (primer modelo del mercado argentino que tendrá este equipamiento como elemento de fábrica).

El volante es verdaderamente muy agradable, tanto por su espesor y forma como por la asistencia exacta de la dirección eléctrica (algo que trae la genética C3 desde sus comienzos).

Sentarse al volante es un placer. Las butacas retienen excelemente bien, el material sintético es de primera y muy agradable (estética y funcionalmente) y el panel de instrumentos deja de lado las innovaciones poco prácticas para entregar la información justa y necesaria (combina datos analógicos con digitales).

Atrás, el espacio es dignísimo para los que tengan que viajar en ese sector y la capacidad del baúl (de 403 a 1500 lts) es a prueba de mujeres (todos sabemos que siempre llevan más de lo que necesitan…).

El motor naftero 1.6 de 110 CV es exactamente el mismo que el grupo PSA usa en otros modelos, llámese 207 Compact, Partner y Berlingo, C3 y demás, con un torque de 143 Nm. Si bien no le falta potencia, la reacción que pudimos sentir al acelearlo es bien progresiva. Las relaciones de la caja son más bien larguitas y eso hace que no te pegue la espalda contra el respaldo de la butaca cuando apretás el acelerador.
 
Esto permite que el motor vaya relajado en los cambios altos. Para que tengas una idea, en cuarta a 60 km/h el motor gira a sólo 2.300 rpm. La tracción, vale la pena aclarar, es 4×2 y no está bajo la consideración de la marca agregar versiones 4×4, como tampoco lo está por el momento sumar alguna versión Diesel ni caja automática.

Un tema que nos generaba duda era la visibilidad. Ese doble parante delantero con el parabrisas tripartito era toda una incógnita. El resultado es muy bueno. El ángulo de visión se incrementa muchísimo, los parantes no molestan y tampoco entra tanta luz al habitáculo como para llegar a incomodar, como si nos pasó en modelos como el C4 Picasso y Grand C4 Picasso. Hacia atrás, la posición de la rueda de auxilio sobre el portón tampoco molesta en absoluto. Si bien una primera impresión nunca es suficiente para sacar conclusiones definitivas, podemos arriesgar que este nuevo modelo va a sentar precedentes. Dentro y fuera de la marca.

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