CHERY QQ: CON EL PRECIO COMO UNICO ALIADO

Este modelo de Chery, el último en incorporarse a la cartera de productos de la marca en la Argentina (junto con la versión 4×4 del Tiggo), es junto al Fiat Uno de antigua generación el auto más barato que puede comprarse hoy en el país. Ése es su mejor argumento de ventas. La gama arranca en los 9.700 dólares con la version Basic (unos 38.600 pesos al cambio actual), sigue en 10.615 con la versión Light (42.250 pesos) y termina en 11.510 dólares de la versión Confort (45.800 pesos).

Este modelo -que se ensambla en China- amplía la oferta de productos de la marca en el segmento de los autos citadinos, donde en este mismo 2010 Chery había presentado el Face, importado desde Uruguay. Las diferencias entre uno y otro modelo son abismales. Y si bien hay una lógica diferencia de precios, no siempre lo más barato es la mejor elección… El Face es un auto bien fabricado, con detalles que están a la altura de lo que exigible a esta altura de los acontecimientos, con una mecánica eficiente y, sobre todo, con un nivel de calidad en materiales y terminaciones comparable y equivalente a los modelos de las otras marcas orientales que invaden este segmento de la industria, llámese Kia Picanto, Hyundai i10 o Chevrolet Spark. Del QQ no podemos decir lo mismo.

Sabíamos de antemano que nos parábamos frente a un vehículo de antigua generación en cuanto a su construcción. Porque este QQ no es otro más que el viejo Daewoo Matiz que supimos conocer en la Argentina en la década del noventa de la mano de un importador oficial de la marca. Es más, el Chevrolet Spark que hoy se vende en la Argentina es el sucesor de este auto. Y a su vez, el Spark que conocemos ya es viejo porque existe hace tiempo una nueva generación. En fin, con esto sólo queremos decir que más o menos sabíamos a lo que nos exponíamos. Sin embargo, militar en una vieja causa no es atenuante para hacerse el desentendido con los tiempos que corren…

Por el lado del equipamiento de confort no podemos ser injustos: es correcto, incluso con algún detalle exagerado, como un sensor de estacionamiento trasero con indicador volumétrico y de distancia. Tiene cuatro levantavidrios y espejos eléctricos, cierre centralizado con apertura a distancia desde la llave, aire acondicionado y dirección asistida. Y en materia de seguridad queda prendida la luz amarilla; tiene antinieblas delanteros y traseros y no se ofrecen ABS ni airbags, ni de serie ni como opcional (los únicos que lo ofrecen son los Kia Picanto y Hyundai i10); a nuestro juicio lo más grave es la falta de todos los apoyacabezas atrás. La alarma por no colocación del cinturón sólo está presente mediante un testigo luminoso en el tablero.

La posición de manejo no es incómoda, por lo menos para quienes medimos entre 1,70 y 1,75 metro. Los más altos sí pueden llegar a sentirse un poco más incómodos, como es lógico. Por el lado del instrumental, el tablero es muy moderno, con todos sus indicadores digitalizados, incluyendo velocidad y cuentavueltas del motor. La única crítica es que no pudimos modificar la hora que marcaba el tablero bajo ningún concepto. Apretamos todos los botones y no hubo caso (y el manual brillaba por su ausencia).

El color beige claro del revestimiento de la plancha portainstrumentos queda muy lindo, pero atenta contra la visibilidad, ya que se refleja en el parabrisas y molesta la visión; hace que todo se vea como fuera de foco… Otra crítica la hacemos a las toberas de salida de aire porque no pueden cerrarse y si uno selecciona la salida del aire por los pies, de todas maneras sigue saliendo aire por las toberas del tablero.

El comportamiento dinámico no está mal. Es tal cual lo esperábamos y muy similar a lo que ofrece el segmento, salvo algunas excepciones como el Hyundai i10 y el Chery Face, que utilizan una mecánica un poco más grande. El moto 1.1 de 65 caballos es suficiente para mover con agilidad al QQ por las calles y avenidas. Las relaciones de caja y puente cortos ayudan a que eso suceda. Escala muy rápidamente hasta los 80 km/h y a partir de ahí empieza a sentir la falta de potencia, tal como debe esperarse en un auto de estas características.

En lo que hace a las prestaciones, si lo comparamos con el Face es dos segundos más lento para ir de 0 a 100 (14,1 segundos contra 12,1); sin embargo, es casi igual de lento para recuperar velocidad: 18,2 segundos para ir de 80 a 120 en 5° contra los 18,1 del Face en la misma marcha. El rendimiento de combustible que tiene este QQ es casi idéntico al del Face también: hace 11, km por cada litro en la ciudad y llega a los 12,8 kilómetros a un ritmo de 130 km/h en la ruta.

DETALLES QUE LO HACEN DIFERENTE
Hay detalles o faltantes que podemos entender en función de que se trata de un auto económico, como que no haya  alarma de luces encendidas ni olvido de llaves, que no haya espejo de cortesía iluminados ni luz de cortesía para los de atrás, o que la bocina se parezca más a la de un scooter que a la de un auto… Pero hay otros detalles que hacen a la calidad de la fabricación, como por ejemplo que los paneles de las puertas delanteras se inflen y desinflen cuando se sube y baja las ventanillas, que la palanca de cambios haga un ruido desmedido al pasar las marchas, que se escuche desde adentro del auto el ruido del motor del limpiaparabrisas o que el piso del baúl sea una sección de madera de 2 mm de espesor con una felpa como tapizado (ni siquiera califica como alfombra). En definitiva, el hecho de que sea el auto más barato del mercado argentino es un precio que también hay que pagar…

Hablamos del auto más barato del mercado cuando hablamos de la version Basic que tiene un precio de 9.700 dólares (38.600 pesos). Pero si se trata de la Confort que probamos nosotros, a 45.800 pesos, ya empiezan a jugar otras opciones más interesantes, como puede ser un Corsa Classic, con menos equipamiento, pero con motor más potente y más espacio.