La industria automotriz de Brasil respaldó el paquete de medidas lanzado por el gobierno de Dilma Rousseff para estimular la venta de vehículos, junto a otras medidas para evitar el contagio de la crisis internacional.
De acuerdo AutoData, nuestros socios editoriales de Brasil, una vez más, “el Gobierno brasileño demostró ser consciente y tener los oídos atentos a los movimientos y preocupaciones que eleva el sector automotor”. De esta manera, el ministro de Hacienda anunció la nueva serie de medidas para estimular las ventas y por lo tanto la economía, y prevenir cualquier amenaza de despidos.
“El paquete de medidas atiende las demandas de nuestro sector, sin dudas, la industria está con un nivel algo de stocks y estas medidas van a agilizar el crédito" declaró Cledorvino Belini, titular de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea).
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, anunció anoche como te adelantamos en TM, un conjunto de medidas que incluyen la reducción del Impuesto a la Producción Industrial cobrado a las terminales, la reducción de los intereses para la adquisición de maquinarias y la construcción.
En este tren, la medida más significativa, al menos en términos de mercado, fue la nueva reducción temporaria del IPI. Repitió así la iniciativa tomada en diciembre de 2008, en plena crisis internacional. De la misma forma, el mayor corte se da en los vehículos de entrada –populares- con motor 1 litro.
Con respecto a la medida aplicada en 2008 se dan dos diferencias. La primera es que esta vez también incluye a los importados que ahora tienen un IPI de 30 puntos porcentuales. La reducción, en este caso, no es proporcional, si idéntica en puntos porcentuales. O sea: en la práctica, la reducción en el precio final será menor para los importados.
Es una señal para los vehículos que se exportan desde Argentina.
La segunda diferencia es que las montadoras tendrán que ofrecer ahora un impacto en el precio, para potenciar descuentos mayores en los valores de venta. El Gobierno estableció, en conjunto con Anfavea, índices determinados de estos descuentos, que serán aplicados sobre los valores cobrados en lista este lunes.
Según los cálculos del Ministro de Hacienda, el descuento en el precio final de modelos con motor 1 litro será cercano al 10%: 7,3% de la reducción del impuesto, considerando también el menor impacto del ICMS, y 2,5% de la terminal.
El Gobierno también cerró un acuerdo con Febraban, la Federación Brasileira de Bancos, para facilitar la financiación de vehículos con menores tasas, reducción del porcentaje de entrada y mayores plazos. Además reducirá el IOF, Impuesto sobre Operaciones financieras, que también incide en la financiación de automóviles. Esta, al contrario del descuento del IPI, no tiene fecha definida para su finalización.
Con estos pasos, el Gobierno calculó en R$ 1.200 M la renuncia fiscal con la reducción del IPI, y más de R$ 900 millones con el IOF menos contabilizado hasta el 31 de agosto.
"Estamos frente al agravamiento de la crisis y esto exige esfuerzos redoblados, si la crisis continúa será difícil alcanzar la tasa del 4,5% (crecimiento)" prevista por el gobierno, reconoció Mantega al anunciar el plan de estímulo al consumo y la producción que regirá hasta el 31 de agosto.
EL EJEMPLO MAS CERCANO
El anuncio tiene su efecto inmediato: por ejemplo Citroën está lanzando en el país vecino el DS3.
El modelo importado, se lanzará en R$ 79.900. Sin la reducción del IPI iba a costar R$ 88.000.